Ten un sueño grande. Uno en el que no puedas dejar de pensar. Algo que sea lo primero que pienses cada mañana y lo último cada noche. Un sueño que sea mas grande que tu mismo, un sueño que haya nacido en el corazón de Dios. Y luego, invierte el resto de tu vida en alcanzarlo. Te aseguro que nunca mas tendrás un solo momento de aburrimiento o depresión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.